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Los expertos en Desarrollo han configurado el vehículo para que sepa dónde se halla y sea capaz actuar interpretando su entorno condiciones de tráfico reales, incluyendo semáforos, peatones, ciclistas y tranvías tanto dentro como fuera de la ciudad. Hacer posible la conducción autónoma son gracias a los ampliación de la anchura de la cámara para detectar los objetos a mayor distancia. Dos radares de largo alcance se han añadido en los laterales de los paragolpes delanteros. También se incluye un radar de largo alcance atrás. Y cuatro radares de corto alcance en las esquinas del vehículo. Cámara a color en el parabrisas con un ángulo de 90º para visualizar los semáforos. Cámara en la luneta trasera para ubicar el vehículo. La comparación de las imágenes captadas con la información memorizada permite al vehículo determinar su situación. Los coches de auto conducción serán una realidad de la movilidad en el futuro.
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